domingo, 29 de noviembre de 2009

Alguien dijo una mañana...

Alguien dijo una mañana
“poco a poco sale el sol”…
Dejemos que con su gracia
nos alumbre el Niño Dios.
Pues hoy comienza el Adviento
y empezamos a esperar
al Dios del cielo y la tierra
que entre nosotros nacerá.

No es un Dios lejano,
no es un Dios “mental”…
es un Dios hecho Niño
que brillará desde un portal.
En una cueva de animales
nació el Rey eternal…
En corazones de carne
¿lo dejaremos entrar?

Hay que prepararse
y esperarlo con afán;
“dejar la casa ordenada”
que muy pronto Él vendrá.
Pensamos en el pesebre,
pensemos más allá…
las promesas que se cumplieron
un día culminarán.

El Niño Dios nos libera
y nos deja caminar;
un día vendrá en su gloria
y nuestra paga nos dará.
Vivamos con entereza,
vida intachable ante el Señor;
el Dios que se hizo hombre
conoce nuestra debilidad.

Y cuando todo se trastoque
“¡la cabeza levantad!”
no hay que tener más miedo
nuestra libertad está por llegar.
Las dos venidas de Cristo
-la del pesebre y la del Rey-
alegres contemplemos hoy día
para que gocemos de Él.

Ordenemos el pesebre
figura del corazón…
El Rey de Reyes ya viene
¡vivamos para Él!
Alguien dijo una mañana
“poco a poco sale el sol”…
Dejemos que con su gracia
nos alumbre el Niño Dios.

Amén.

Autor: P. Javier Murador. 29/11/2009

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