«Nadie es profeta en su tierra»
pero esto no nos debe asustar:
el amor vence todas las barreras
si con nosotros Dios está.
El mismo Jesús por su gente
no se dejó intimidar:
diciendo siempre de frente
lo que los podía salvar.
Hoy también a nosotros
se nos pide una tarea
hablar siempre y como sea
del Evangelio de Jesús.
No busquemos los aplausos,
ni la fama ni el honor:
es Jesús quien da el premio
y nos regala su corazón.
Corazón de Jesús que no es
sino amor puro por los demás:
con san Pablo hoy nos invita
a imitarlo de verdad.
El amor es paciente,
el amor es servicial,
el amor no tiene envidia
y se alegra en la verdad.
El amor todo lo cree,
el amor todo lo espera,
el amor todo lo soporta
el amor por siempre durará.
Este es el fiel reflejo
del Corazón de Jesús:
vayamos y anunciemos
con alegría la verdad.
«Nadie es profeta en su tierra»
pero esto no nos debe asustar:
el amor vence todas las barreras
si con nosotros Dios está.
Vayamos y con la vida
tratemos de testimoniar
el amor de Dios que nos recrea
que nos renueva de verdad.
Amén.
Autor: P. Javier Murador.- 31/01/10
1 comentario:
padre que bueno que esta su blog. lo visitare mas seguido. chauu nos vemos el sabado
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