Si…
Las tareas cotidianas: nos hacen acostumbrar rápido y nos aburren
Los trabajos repetitivos: nos desgastan pronto
Los resultados escasos: nos hacen perder perspectivas
Los problemas humanos: nos enfadan
Las dificultades económicas: nos excusan del esfuerzo
Los tiempos que no alcanzan: nos hacen bajar los brazos
Las personas que no nos valoran: nos irritan
La envidia entre nosotros: nos resta fuerzas
La competencia mutua: nos hace perder de vista lo que somos
Cambiemos y en…
Las tareas cotidianas: descubramos la sencillez de las flores que siempre sonríen igual…
Los trabajos repetitivos: pongamos sentido infinito a nuestras acciones (somos personas y son personas las que acompañamos)
Los resultados escasos: sigamos sin desfallecer… somos sembradores
Los problemas humanos: veamos que son ocasión para pulirnos y crecer (como el canto rodado que se forma en el lecho del río al chocar con otras piedras…)
Las dificultades económicas: pongamos nuestra confianza en Dios. Dios escucha siempre.
Los tiempos que no alcanzan: demos todo, demos sin condición, demos con esperanza de que la semilla crece lentamente: Dios está.
Las personas que no nos valoran: reflexionemos y recentremos nuestro corazón (¿por quién hacemos las cosas que hacemos?): Dios sabe.
La envidia entre nosotros: pongamos solidaridad y unidad. El otro es importante para mí… tiene un don que yo no tengo. Dios lo puso a mi lado.
La competencia mutua: esforcémonos por construir juntos (“una sola alma y un solo corazón”).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario