sábado, 31 de marzo de 2012

Catequesis básica sobre los días de la Semana Santa

La Semana Santa, en síntesis, abarca desde la celebración del Domingo de Ramos, toda la semana, cobrando importancia particular el jueves y viernes santo, y la noche del sábado que ya la contamos como Domingo de Pascua.
Estos días nos ponemos como contemporáneos con Jesús y las celebraciones litúrgicas sobre todo van marcando el ritmo y casi las horas de lo que vivió Jesús en sus últimos días antes de la Cruz.

-el Jueves Santo, en la misa, recordamos el lavatorio de los pies (podemos leerlo en el evangelio de san Juan, capítulo 13) y la institución de la Eucaristía en la última cena (que vino a ser como la primera misa, en la que Jesús se quedó con nosotros en la Comunión y donde también instituyó el sacerdocio con aquello de "hagan esto en memoria mía"). Por eso es un día que aprovechamos para AGRADECER a Dios por el regalo de QUEDARSE en la Eucaristía.
Terminada la misa se hace el tiempo de adoración –también llamada vigilia, que consiste en la adoración al Santísimo Sacramento -la Eucaristía- con el sentido de "darnos un tiempo con Jesús", acompañándolo en su oración en el huerto de los olivos -justo momentos antes de que lo lleven preso-.

-el Viernes Santo, alrededor de las tres de la tarde, se realiza la celebración litúrgica que repasa, puntualmente, la muerte de Jesús para salvarnos. Es un día más marcado por el silencio, la austeridad, la penitencia, el ayuno, la contemplación de semejante misterio de amor: Dios se muere de amor por vos y por mí, y por todos. Es un día en que además suele rezarse el vía crucis (= camino de la cruz) que va meditando sobre la marcha de Jesús hasta el lugar de la crucifixión y muerte. También se suelen visitar las siete iglesias para "acompañar" a Jesús en los juicios y en los momentos en que iba dando la vida por nosotros.

-el sábado a la noche, ya considerado Domingo de Pascua, celebramos el paso de la muerte a la vida de Jesús, su triunfo, nuestra salvación. Es la noche más santa. Es la noche de la celebración más larga del año: se leen mucho de la Palabra de Dios -recordando todas las maravillas que hizo Dios para salvarnos-, se renuevan las promesas de nuestro bautismo, etc.

*Todos estos días son santos... y nos invita Dios a ser santos. Son días en que de muchas maneras podemos ponernos cerca de Jesús, mirar su vida, mirar sus opciones, mirar su dolor recordando el sentido del mismo: "No hay amor más grande que dar la vida por los amigos" (Juan 15.)

No hay comentarios.: