Para vivir aquello mismo
que Él nos iba a pedir,
hoy se hace bautizar
el creador del bautismo.
En aguas del río Jordán
Jesús se vino a bautizar
y el Espíritu a reposar
sobre Cristo, el Elegido.
Y el Padre Dios lo rubrica:
«Este es mi Hijo, el más amado»
¡Que viva Cristo, nuestro hermano!
¡Que nos bautice y que viva Él!
Pues los que fuimos bautizados
ya sabemos quién es quién…
Cristo en mí y yo en Él,
para vivir como hijos amados.
A los creyentes se nos pide,
que de cara al Hijo Jesús,
volvamos a elegir la vida
y el camino de la virtud.
La elección es muy concreta:
vivir imitando a Jesús;
vivir de manera que el Padre
nos siga dando y dando a luz.
Que el Padre Dios nos llame
«hijos míos muy amados»
y que el Espíritu nos impulse
a vivir resucitados.
En aguas del río Jordán
se vino a bautizar el Rey…
¡Que viva Cristo, nuestro hermano!
¡Que nos bautice y que viva Él!
Amén.
Autor: P. Javier Murador. 10/01/10
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